Somos gente de fe que compartimos nuestra experiencia de Dios.
Creemos en la necesidad de trabajar por la paz, la justicia social, la democracia y los derechos humanos.
Creemos en las mujeres, en su dignidad y sus derechos y en su capacidad para tomar decisiones honestas y morales.
Creemos en el derecho a la salud y a la vida de todas las mujeres, especialmente las más empobrecidas y trabajamos por su bienestar.
Creemos que la conciencia es la base de la dignidad humana y merece pleno respeto.
Creemos en la Iglesia peregrina y nos sentimos parte de ella aunque a veces nos hace sentirnos excluidas.
¿QUE HACEMOS?
Proponemos debates en torno al poder patriarcal y a la desigualdad que sufren las mujeres.
Reconocemos la importancia del cuerpo en la vida de las mujeres y luchamos para que se reconozcan sus derechos sexuales y reproductivos.
Trabajamos para que se oiga y se reconozca la voz de las mujeres y promovemos su plena ciudadanía en la sociedad y en las Iglesias.