NOTA
DE PRENSA
La
misericordia no puede ser “un
paréntesis”
en la vida de la Iglesia
La
Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir, saluda
las declaraciones del Papa Francisco expresadas en la Carta
Apostólica “Misericordia y paz”[1]en
donde muestra un acercamiento a la realidad de muchas mujeres que se
encuentran ante el imperativo de interrumpir un embarazo no deseado y
en consecuencia, haya concedido a todos los sacerdotes de manera
indefinida “la
facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto”.
El
papa Francisco ha expresado que “la
misericordia no puede ser un paréntesis en la vida de la Iglesia,
sino que constituye su misma existencia, que manifiesta y hace
tangible la verdad profunda del Evangelio”.
En
esa línea, valoramos los esfuerzos del papa Francisco para fomentar
en la Iglesia católica “una
cultura de la misericordia”
que aproxime a las/os fieles a la imagen de un Dios justo,
incluyente, acogedor que comprende las alegrías y tristezas de
todos, e intente recuperar la plena comunión sin estigmatizar a
nadie.
Saludamos
también que el Papa Francisco comprenda las circunstancias que
conducen a las mujeres a tomar esta difícil decisión, y que
reconozca que “Jesús
mira a los ojos de las mujeres y lee su corazón”.
Sin embargo, enfatizamos que las decisiones que toman las mujeres no
deben ser vistas como “pecados
graves”,
tal y como se menciona en la carta. Las mujeres como cualquier ser
humano son agentes morales con la capacidad de decidir en libertad de
conciencia sobre el contexto que les toca vivir.
En
esa línea, exhortamos a las autoridades eclesiásticas de todo nivel
a continuar el
acercamiento del Papa Francisco a las personas que sufren daño
físico, moral y espiritual, en particular a las mujeres víctimas de
violencia sexual y las decisiones que ellas toman.
En
ocasión de celebrarse el “25
de Noviembre” Día Internacional de la Lucha contra la Violencia
hacia las Mujeres
hacemos un llamado de atención a los Estados, a las iglesias y a la
sociedad en general, a contribuir a la transformación de aquellas
barreras morales y religiosas que impiden desculpabilizar y
despenalizar las conciencias de las mujeres cuando toman decisiones
sobre su sexualidad y capacidad reproductiva.
¡Impedir
o estigmatizar las decisiones de las mujeres también es violencia!