jueves, 25 de julio de 2013
Experimenta, experimenta!
-->¿De quien es tu cuerpo? – Mucha gente se siente con autoridad moral para decir qué debes o no debes hacer con él.
miércoles, 24 de julio de 2013
martes, 23 de julio de 2013
Jornada Mundial de la Juventud - CARTA AL PAPA FRANCISCO
23 de julio de 2013
Jornada Mundial de la Juventud
Carta al Papa Francisco
¡La juventud católica de Latinoamérica le habla!
Papa Francisco,
saludamos su venida a nuestra América Latina en el marco de la Jornada Mundial
de la Juventud; sin lugar a dudas desde su llegada al Papado, se han dado
importantes reformas, cambios y renuncias que vislumbran transformaciones al
interior del Vaticano. Como Jóvenes de la Red Latinoamericana de Católicas por
el Derecho a Decidir aprovechamos esta oportunidad para expresarle algunas
preocupaciones, propuestas de cambio y renuncias que consideramos necesarias
para la construcción de una Iglesia verdaderamente incluyente, respetuosa y
garante de la justicia social, el amor y el evangelio de Jesús.
Lo recibe una región que sufre la
vulneración sistemática a los derechos humanos, expresada a través de las desigualdades, pobreza, desempleo, violencia,
trata de mujeres, migración, discriminación, narcotráfico, inseguridad, entre
otras problemáticas. Pese a la
grave situación, América Latina vive tiempos de cambios, que son el resultado
de las luchas de diversos movimientos que buscan las condiciones para
garantizar una vida digna.
Vemos su
presencia en esta región como una oportunidad de mirar hacia la juventud y
realmente esperamos que nuestras exigencias y necesidades sean escuchadas, ya
que no queremos seguir sintiendo lejana y ausente a la jerarquía católica, por
el contrario, queremos que nos acompañe, nos guie, nos apoye, respete nuestras
decisiones y sea cercana a nuestras realidades y contextos.
Las juventudes
católicas queremos una Iglesia que:
·
Renuncie a mantener sus posturas
condenatorias respecto a la sexualidad sin fines reproductivos, ya que éstas no
están acordes a nuestras realidades, vulneran, niegan, cercenan y nos arrojan a
un abismo de incertidumbres, silencios, preguntas sin respuestas, enfermedades
e infinidad de riesgos.
·
Defienda la
primacía de la conciencia y que reconozca nuestra capacidad y autonomía
para tomar decisiones morales, plenas y seguras sobre nuestros cuerpos, nuestra
sexualidad y nuestra reproducción.
·
Cambie su radical postura respecto al uso
del condón, ya que nos genera daños irreparables, nos coloca en situaciones de
vulnerabilidad a infecciones de transmisión sexual, incluyendo el VIH/sida, nos
quita la posibilidad de seguir construyendo nuestro plan de vida y nos expone a
embarazos no deseados que resultan muchas veces en abortos clandestinos e
inseguros.
·
Respete a los y las jóvenes que deciden utilizar métodos anticonceptivos,
como símbolo de una sexualidad segura y protegida.
·
Respete a las
mujeres y los hombres jóvenes que han optado por vivir su sexualidad o por
decidir interrumpir un embarazo.
·
Respete la autonomía y soberanía de los
Estados a la hora de legislar y tomar decisiones que se vean derivadas en toda
la ciudadanía.
·
No interfiera en las conferencias y
espacios en los que se debaten los derechos de la población mundial.
·
Recupere la
propuesta ética del cristianismo católico que tiene como principio la
no-discriminación de todo ser humano, ya que las mujeres y los hombres somos
iguales en esta comunidad.[i]
·
Retome las raíces cristianas, le apueste
a la justicia social, al diálogo, a la dignidad humana, a la solidaridad y al
respeto por la diversidad.
Papa Francisco,
hoy le habla una juventud católica que es y se reconoce diversa, plural, multicultural,
que ama a la Iglesia católica, pero que inconforme con muchas de las posturas
de su jerarquía, se niega a seguir invisibilizada, negada y silenciada.
Queremos que la
jerarquía católica nos incluya, nos escuche y nos permita seguir construyendo
nuestra Iglesia. Y finalmente, lo invitamos a “pasar a la historia” por ser un
Papa reflexivo, solidario, comprometido, cercano a las realidades de las y los
jóvenes, incluyente y respetuoso de las diferencias, la diversidad y las
libertades de todas y todos.
Jóvenes de la Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a
Decidir
Argentina - Bolivia - Brasil – Chile – Colombia – El Salvador – México
– Nicaragua – Paraguay – Perú – Ecuador – España
Contactos a: jovenesredcddla@gmail.com
jueves, 18 de julio de 2013
A vida das mulheres
Las mujeres merecen respeto en sus decisiones relativas a la maternidad y a la sexualidad.
miércoles, 17 de julio de 2013
Queremos una nueva Iglesia
Carta Abierta de Católicas al Papa Francisco
Queremos
saludarlo Papa Francisco, como mujeres que, desde la perspectiva de la
fe, tenemos la esperanza de que profundos cambios permitan a la Iglesia
presentarse al mundo como esa luz de que habla la Encíclica Lumen Fidei, su primera carta a la comunidad católica.
Esperamos,
en primer lugar, que la decisión por el nombre Francisco signifique un
programa de renovación de las mismas estructuras de la Iglesia, así como
de su doctrina, en la fidelidad a la figura de ese hombre de Asís que
abaló al mundo con su radicalidad.
Mujeres
católicas que somos, queremos vivir una fe que liberte y no condene,
amenace o inspire miedo. Respetamos y admiramos los gestos del nuevo
Papa de simplicidad y acogimiento de las personas. Por eso, esperábamos
que trajera a la Iglesia otros ares, como lo hizo Juan XXIII. Que
bendijera a todas las familias, sean hetero u homosexuales; que
comprendiera que una experiencia positiva de maternidad o paternidad no
resulta de la posibilidad biológica de generar, sino de la capacidad de
amar, respetar y educar a un niño o niña. Fue por eso que, con
tristeza, leemos su primera carta dirigida al pueblo católico
reafirmando la unión heterosexual como la única expresión del amor
verdadero. ¿Cuándo se abrirá la Iglesia a la realidad de la diversidad
de las formas de amor y expresión de la sexualidad humana? ¿Cuándo
compren
derá que existe un inmenso universo de posibilidades de realizarse
como ser humano?
Queremos
una nueva Iglesia. Una Iglesia en que las mujeres sean reconocidas por
sí mismas en su derecho a la autonomía en la conducción de sus vidas.
Que sean reconocidas como animadoras de comunidades, con pleno acceso al
ejercicio del sacerdocio y a las instancias decisorias de la
institución. Una iglesia que valore las comunidades religiosas femeninas
que evangélicamente se insertaron en los sectores más pobres de nuestro
país. Y que sean respetadas, admiradas por su audacia y generosidad.
Queremos una Iglesia en que el celibato no sea una obligación y la
dirección de las comunidades sea decisión de las y los fieles.
Queremos
una nueva moral relativa a la sexualidad e la reproducción humana que
reconozca el valor moral de la decisión de mujeres católicas por la
interrupción de un embarazo. Datos de investigaciones indican que son
católicas, en su mayoría, las mujeres que abortan en nuestro país. Que
ellas puedan hacerlo no a pesar de su fe, sino apoyadas en ella, con la
certeza de que Dios la comprende, como se expresó una de ellas
después de realizar un aborto. El mantenimiento de la ilegalidad ha
llevado miles de mujeres a la muerte. Nuestras vidas han sido utilizadas
políticamente como moneda de canje, para garantizar mayoría electoral.
Es contra esa situación que la Iglesia debe luchar. Esa es la lucha a
favor de la vida que la Iglesia debe abrazar.
Queremos,
sí, una nueva iglesia que abandone las ambiciones de poder y riqueza y
que se muestre audaz en el compromiso con su renovación interna y con la
justicia social y la paz. Y que la bendición dada por el pueblo al Papa
Francisco en la Plaza de San Pedro, el día de su elección como jefe
espiritual de la Iglesia lo acompañe, lo ilumine y lo fortalezca en su
misión.
Católicas por el Derecho a Decidir – Brasil
(55)(11) 3541-3476
Etiquetas:
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conservadurismo eclesial,
derechos de las mujeres,
fundamentalismo,
JMJ en Rio,
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Papa Francisco
martes, 2 de julio de 2013
Patsy McGarry - La doctrina de la Iglesia católica sobre el aborto data de 1869
Patsy McGarry publica en el Irish Times
un artículo sobre génesis y desarrollo histórico de la doctrina católica sobre el aborto. No solo en
Irlanda el aborto es tema de la actualidad política.
Y no solo en Irlanda, la jerarquía de
la Iglesia católica intenta
imponer sus ideas - muy nuevas como se verá en este articulo – mediante leyes
del Estado seglar a una feligresía que disiente cada día más con estas
innovaciones doctrinarias que nos alejan del mensaje original del Evangelio y
de la Tradición católica.
En una
breve carta a este diario el 22 de junio pasado el Dr. James Sheehan escribe que "el Juramento hipocrático fue escrito en la era pre-cristiana, más de
400 años antes de que Cristo estuviera en la Tierra. Hipócrates afirmó:
"Voy a tener el máximo respeto ante toda vida humana desde la fecundación
hasta la muerte natural y rechazar el aborto que pone fin deliberadamente a una
vida humana única."
Y
continua: "Como médicos practicantes, al calificarnos todos suscribimos a
las creencias contenidas en este juramento. La Iglesia Católica or más de
2.000 años ha defendido los principios hipocráticos. La felicito por ello. -
Atentamente, etc, "
Firma
como "Director de las Clínicas Blackrock y Galway". Dr Sheehan
también es el un patrón del think tank
católic conservador Iona Institute.
Cualquiera
que haya sido el caso con Hipócrates, el Dr. Sheehan está equivocado cuando
afirma que “la Iglesia Católica ha defendido los Principios de Hipócrates por
más de 2000 años".
De
hecho, comete una equivocación respecto a 1856 años.
La posición
actual de la Iglesia Católica sobre el aborto apenas tiene 144 años.
En el
documento Apostolicae Sedis de 1869,
el Papa Pío IX declaró la excomunión como pena para el aborto en cualquier
etapa del embarazo. Hasta ese momento la doctrina católica enseñaba que no había
homicidio si el aborto se llevaba a cabo antes de que el feto fuera infundido con
un alma, cosa que se denominaba "animación".
Conciencia
separada
Se
creía que esto ocurría, cuando la madre detectaba por primera vez el movimiento
del niño en su vientre. Indicaba la existencia de una conciencia separada.
En
1591, el Papa Gregorio XIV determina que esto se da a los 166 días de
gestación, casi 24 semanas. Ese es el actual límite legal para el aborto en el
Reino Unido. Esa era la doctrina de la Iglesia Católica hasta 1869.
Entre
quienes tenían una visión diferente sobre el aborto a la que defiende
actualmente la Iglesia Católica se encuentran algunos de sus más eminentes pensadores.
Entre
estos están al menos tres de los 33 "súper santos" de la Iglesia
Católica - Jerónimo, Agustín y Tomás de
Aquino - todos ellos "Doctores de la Iglesia". De seguir uno la
lógica de algunos de la iglesia de hoy, estos santos deberían ser excomulgados.
Algunos
apologistas han dicho que esos santos carecían del beneficio de conocer los descubrimientos
científicos como el del óvulo en 1827 y el del proceso de fertilización humana que
se dio en la década de 1830. De haber tenido tales conocimientos esos santos
habrían sabido que la vida humana comienza con la concepción. Esto es equivocarse
de tema.
Esos
santos nunca dudaron de que lo que está en juego desde el momento de la
concepción es vida humana. Lo que les preocupaba era saber cuándo esa vida se
convierte en una persona. Ellos no aceptaban que una colección de elementos
bioquímicos con potencial era una persona. Ellos buscaban la evidencia de una
conciencia emergente. En aquellos tiempos pre-científicos se estableció que la
percepción por la gestante del movimiento del feto en su vientre era el gran
indicador para ello – es decir cuando el niño comenzaba a patear en el vientre.
Si se
encontrasen hoy entre nosotros quizá ellos también se preguntarían si quienes afirman
que una persona existe desde el momento de la concepción realmente lo creen. Seguramente,
si así fuera, esos 55 por ciento de "personas" que terminan en un aborto
espontáneo muy poco tiempo después de la concepción, deberían ser bautizadas y
recibir los ritos funerarios.
No es
así.
Los
apologistas también argumentan que su creencia se basa en el "potencial /
proceso" de dichos óvulos fertilizados. Mirando hacia el futuro, teniendo
en cuenta el argumento del "proceso", si se le otorga la condición de
persona a una colección de elementos bioquímicos, no debería hacerse también respecto
a los miembros y órganos extraídos a través de una cirugía, etc? ¿Por qué no
hay ritos funerarios para estos tampoco?
Mirando
hacia atrás en cuanto al argumento de "potencial / proceso",
seguramente también debería significar que cada espermatozoide y cada óvulo deberían
ser conservados por su potencial de persona dándose las circunstancias
adecuadas? Esto no sucede. ¿Qué pasa con toda esa posible "gente" a
quien se le niega la existencia?
La
verdad es que la posición actual de la Iglesia Católica sobre el aborto parece
deberse más a la teología que a la ciencia. En 1854 el mismo Papa Pío IX
declaró la Inmaculada Concepción dogma de la Iglesia. Nos enseña que María,
madre de Jesús, fue concebida sin pecado original, resolviendo así un antiguo
enigma - ¿cómo podría el Hijo de Dios nacer de una mujer con pecado original en
su alma? Se decidió pues que ella nació sin pecado original.
Y
cuando en 1854 Pío IX proclamó la Inmaculada Concepción dogma de la iglesia, dijo
que María había sido liberada del pecado "en el primer instante de su
concepción".
Quince
años más tarde, en 1869, él fue sencillamente coherente con la doctrina, al
anunciar la pena de excomunión por aborto en cualquier etapa del embarazo.
Para leer el original de este articulo ir a http://www.irishtimes.com/news/social-affairs/religion-and-beliefs/catholic-church-teaching-on-abortion-dates-from-1869-1.1449517
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