viernes, 28 de septiembre de 2012
Reforma de la ley de aborto: el ‘tea party’ español contra la autonomía de las mujeres
La periodista Joanna Grenzner publica un
análisis
de la
oposición
en España al derecho de las mujeres a decidir en materia de embarazo, Muestra
también
como amplios sectores del catolicismo disienten de esas posiciones. Compartimos aqui el articulo
jueves, 27 de septiembre de 2012
Boletín de prensa - Catolicadas Segunda Temporada Capítulo 1: El Chicle
Aqui se explica la finalidad de esta serie genial. Para leerlo pinchar el titulo de la entrada.
28 de Septiembre: La reivindicación feminista por la autonomía y autodeterminación del propio cuerpo
Dicho ejercicio libertario da cuenta, entonces, de su capacidad para autodeterminarse en temas tan relevantes como la reproducción y la sexualidad. Por lo tanto, la defensa de la libertad sexual y reproductiva y del control del propio cuerpo constituye un elemento central de la agenda feminista, y debe ser considerada un principio ético político irrenunciable.
El acceso al aborto legal, seguro y gratuito forma parte intrínseca de la autonomía sexual y reproductiva, y se sustenta no solo en consideraciones sanitarias, sino más bien en la perspectiva de las mujeres como sujetas de derechos, con plena capacidad moral para tomar las decisiones más favorables de acuerdo a sus necesidades y realidades de vida.
En ese sentido, numerosas reflexiones acerca de la penalización del aborto que aún persiste en numerosos países y de los costos implícitos en dicha prohibición, enfatizan que este castigo atenta directamente contra el goce de una serie de derechos humanos consagrados de las mujeres, entre otros:
• El derecho a la vida
• El derecho a la libertad y seguridad personales
• El derecho a gozar del más alto nivel de salud
• El derecho a la igualdad y a la no discriminación
• El derecho a la autodeterminación
• El derecho a no ser sometida a torturas
• El derecho a no ser objeto de injerencias arbitrarias
• El derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión
• El derecho a controlar su propia fecundidad
• El derecho a la privacidad
• El derecho a contar con servicios de salud reproductiva y acceso al aborto seguro para responder a las necesidades de salud.
• El derecho a los beneficios del progreso científico
• Los derechos sexuales y reproductivos
La Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, RSMLAC, uno de cuyos principios de acción prioritarios es, precisamente, la defensa irrestricta de la libertad sexual y reproductiva y del derecho al aborto como derecho humano, ha estado comprometida con las acciones y discusiones relativas al tema que se desarrollan en nuestra región desde hace décadas.
Asimismo, es integrante de la campaña regional 28 de Septiembre por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, participando en su fundación y lanzamiento, y organizando en octubre de 1992, junto con Católicas por el Derecho a Decidir, CDD, de Uruguay, la reunión de Piriápolis donde se discutieron “Aspectos éticos y legales en la implementación del aborto”. De sus acuerdos y conclusiones surgió la primera coordinación de la campaña que estuvo en manos de CDD y que hoy reside en la Colectiva Mujer y Salud de República Dominicana, la que ha lanzado su llamado a la acción 2012: Aborto legal y seguro. Una cuestión de Derechos, una cuestión de Democracia.
La Campaña 28 de Septiembre da cuenta, entonces, de una voluntad conjunta de múltiples organizaciones que hace ya 22 años acordaron realizar esfuerzos y compartir estrategias destinadas a afirmar la ciudadanía plena sobre sus cuerpos, promoviendo acciones en cada uno de los países a partir de llamados a la acción definidos según la contingencia regional y las realidades locales.
Sin embargo, los cambios culturales, sociales, políticos y legales que permitirían sustentar y reconocer el ejercicio de la libertad sexual y reproductiva de las mujeres no se han producido sino a paso muy lento, no solo en nuestra región sino en todo el mundo. Incluso asistimos a retrocesos en algunos avances ya logrados, lo que hace necesario repensar y rediseñar los abordajes políticos de la demanda del aborto, ampliando alianzas con otros sectores sociales, reforzando la defensa del Estado laico, renovando discursos que centren el debate no en aspectos sanitarios sino de igualdad, libertad, derechos y ciudadanía de las mujeres.
Efectivamente, el ejercicio de una maternidad voluntaria y no impuesta, sigue truncado por la persistencia de la discriminación social de las mujeres a quienes el patriarcado continúa expropiándoles el poder de decisión sobre sus cuerpos, a través de leyes punitivas, de la imposición de una añeja tutela moral religiosa, de la violencia explícita y simbólica.
Al mismo tiempo, permanece el perverso doble discurso social que permite el aborto clandestino e inseguro, al igual que la sanción y encarcelamiento de mujeres pobres y jóvenes que abortan, mientras las mujeres con recursos pueden hacerlo en forma segura y sin castigo, todo lo cual da cuenta de un problema de justicia social inaceptable.
No podemos olvidar que América Latina y el Caribe es una de las regiones del mundo donde persisten las leyes más restrictivas y punitivas sobre el aborto, pese a lo cual se producen más de 4 millones de abortos inducidos, la mayoría clandestinos. Es decir, en nuestro contexto, la vida y salud de las mujeres tienen escaso o ningún valor, y sus opciones sexuales y reproductivas chocan contra el poder hegemónico de los Estados, las iglesias, el conservadurismo moral y político. Ante ello, decimos: Basta ¡¡Aborto seguro y legal ahora!!
CATOLICADAS - Segunda Temporada - 1 - El chicle
miércoles, 26 de septiembre de 2012
UNA VELA A DIOS Y OTRA AL DIABLO
Juan
José Tamayo
Nunca ha habido unanimidad en
torno al aborto en el cristianismo. El tema ha sido objeto de un amplio e
intenso debate a lo largo de su historia bimilenaria, que se ha caracterizado
por una pluralidad de planteamientos, actitudes y prácticas conforme a las
concepciones antropológicas de cada época y de las escuelas de pensamiento. Ha
habido tendencias tanto contrarias como favorables al mismo, sin que se
identificaran las primeras como propias del cristianismo y las segundas como
anticristianas. Unas y otras coexistían y podían defenderse sin exclusiones.
Durante varios siglos, la teoría predominante
en la Iglesia, bajo la influencia griega, fue la de la hominización tardía o la
animación del feto, seguida por los más prestigiosos teólogos medievales e
incluso modernos. Según esta teoría, el feto era informado por el alma a los
tres meses del embarazo. Hasta entonces no había propiamente vida humana, sino
solo vegetativa primero y animal después. Por eso, el aborto de un feto durante
las doce primeras semanas no sería homicidio, infanticidio o asesinato, al no
estar “animado” Algunas teorías, siguiendo cálculos machistas distinguían entre la animación del feto
masculino y el femenino, adelantando la primera a los cuarenta días y la
segunda a los noventa.
El teólogo alemán Karl Rahner (1904-1984)
afirmaba que ningún teólogo podía probar que la interrupción del embarazo es, en cada caso, un
asesinato. Me parece una opinión más sensata y razonable que la defendida por
el magisterio eclesiástico actual que califica el aborto de asesinato en todos
los casos, sin tener en cuenta las circunstancias del mismo y los plazos en que
se realiza.
Hoy sigue existiendo un amplio pluralismo
en torno al aborto entre los cristianos y cristianas, como existe en la
sociedad. Pero hay una diferencia en relación con el pasado: la jerarquía
eclesiástica ha impuesto el pensamiento único dentro de la Iglesia católica y
no solo no respeta a quienes disienten de ella en esta materia, sino que los acusa
de enemigos de la vida, e incluso de asesinos.
Los obispos se consideran
defensores de la vida y crean o apoyan organizaciones “pro-vida” para defender el
feto. No voy a condenarlos por sus ideas, como hacen ellos con quienes tienen
planteamientos diferentes a los suyos. Pero sí quiero decir algo que debería
llevarlos a enrojecer o, al menos, a reconocer su incoherencia. Ponen todo el
celo del mundo en defender la vida de los no-nacidos, la vida del feto, desde
el momento de la concepción, hasta minusvalorar la vida de la madre. Por lo
mismo predican la fe en la vida en el más allá después de la muerte. Pero no
veo tanto celo, por no decir ninguno, en defender la vida de los nacidos, sobre
todo de quienes la ven amenazada a diario: mujeres maltratadas, violadas, asesinadas,
millones de seres humanos que viven con menos de un dólar diario y cuyo destino
es una muerte prematura, niños y
las niñas que mueren de hambre,
gente que fallece en las pateras, etc. Defienden la vida antes del nacimiento y después de la
muerte, pero no defienden la vida de los empobrecidos ni denuncian la muerte de
los pobres y las causas que las provocan. Actuando así, ¿no están dando la
razón a Marx que calificaba a la religión como “opio del pueblo”?
He visto a los obispos españoles
participar en manifestaciones y pronunciarse en sus pastorales y sermones contra
el aborto, el divorcio y el matrimonio homosexual, a favor de la enseñanza de
la religión en la escuela y contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía.
No he visto, empero, a obispos participando en las manifestaciones contra la
violencia de género, como hacen muchos ciudadanos y ciudadanas cada vez que se
produce un feminicidio. Organizan concentraciones en defensa de la familia
cristiana –patriarcal-, pero se olvidan de que en más de un millón y medio de
familias españolas todos los miembros en edad de trabajar están en paro.
La condena del aborto por los
obispos cuenta ahora con el respaldo del Gobierno del Partido Popular que, bajo
la dirección política de Ruiz Gallardón, está llevando a cabo los más graves
atentados contra la dignidad de las mujeres, cuales son interferirse en su
conciencia, imponerles su voluntad y negarles el derecho a decidir, inherente a
toda persona. Además se muestra inmisericorde ante el sufrimiento humano hasta
impedir la interrupción del embarazo en los casos de malformación del feto. Y todo esto por ley. ¡Mayor inhumanidad,
imposible!”.
Si el ministro quiere ser fiel a
la moral católica, debería ser consecuente y prohibir el aborto por ley en todos
los supuestos. Pero es muy propio de Gallardón poner una vela a Dios y otra al
diablo. Aunque en este caso no se sabe quién es Dios y quién el diablo. Quizá
el carácter manipulador del ministro de Justicia haya invertido los papeles. Lo
cual no demuestra astucia, sino cinismo en grado sumo.
Director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las
Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid. Su último libro es Invitación
a la utopía. Estudio histórico para tiempos de crisis (Trotta, 2012)
(EL PERIODICO DE CATALUNYA, 26 de septiembre de 2012)
Podemos aprender de America Latina en cuestion de laicidad
El debate entre la activista colombiana por los derechos de las mujeres Monica Roa y el jesuita colombiano Carlos Novoa es un ejemplo excelente de cultura laica. A meditar y a emular sin moderacion.
http://www.rcntv.co/noticias/no_se_debe_castigar_mujeres_que_se_han_practicado_abortos_sacerdote_carlos_novoa
http://www.rcntv.co/noticias/no_se_debe_castigar_mujeres_que_se_han_practicado_abortos_sacerdote_carlos_novoa
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