Carta
abierta al Papa Francisco
2 de septiembre de 2015
Estimado papa Francisco:
Como Católicas por el Derecho
a Decidir, apreciamos sinceramente que, en el marco del Año de la
Misericordia, usted haya comprendido el dilema en que muchísimas
mujeres se encuentran ante el imperativo de interrumpir un embarazo
no deseado y en consecuencia haya concedido a los sacerdotes, ya no
única y exclusivamente a los obispos, la facultad de absolver lo que
han denominado “el pecado del aborto”.
Como creyentes, al igual que
muchísimas teólogas y teólogos, consideramos que el aborto no es
pecado cuando las mujeres han tomado esta decisión en conciencia, de
manera informada y orada y obligadas por las circunstancias: cuando
el embarazo ha sido producto de una violación, por problemas de
salud, por correr peligro su vida, porque están viviendo una difícil
situación económica o social, o se trata de niñas que han sido
abusadas sexualmente, entre otras. En ningún caso, las mujeres, ni
en las situaciones más extremas, vivimos el dilema del aborto de
manera superficial, como lamentablemente usted lo ha mencionado.
Para las mujeres, como para
cualquier ser humano, la vida es muy valiosa. Quienes abortan no lo
hacen porque han perdido la sensibilidad ante la vida. Para la gran
mayoría de ellas, la vida es tan valiosa que no están dispuestas a
traer una persona al mundo en condiciones de violencia, pobreza e
infelicidad tanto para esa vida en ciernes como para sus familias.
Muchísimas mujeres hemos
encontrado en algunas legislaciones civiles más misericordia y
justicia que en nuestra propia Iglesia, porque dichas leyes nos
consideran personas adultas con capacidad para tomar decisiones .
Algunas leyes han dejado de considerar el aborto como un delito
porque ponderan dos bienes, el de la vida en ciernes y el de la
mujer, y han considerado las distintas circunstancias que viven las
mujeres que abortan sin que sean castigadas por ello.
Lamentablemente, muchos obispos en el mundo continúan estigmatizando
a estas hermanas nuestras y presionando a las autoridades civiles
para que sean castigadas.
Valoramos profundamente sus
esfuerzos por suscitar una Iglesia incluyente, misericordiosa,
amorosa, acogedora, que comprenda las alegrías y tristezas de todas
las personas, que recupere la plena comunión sin estigmatizar a
nadie. Valoramos que haya comprendido las circunstancias que han
conducido a las mujeres a tomar esta difícil decisión, que
reconozca que en la mayoría de los casos subyace “un drama
existencial y moral” y una decisión dolorosa. Ciertamente, sería
fundamental que también considerara que la despenalización del
aborto ha ayudado a salvar la vida de muchísimas mujeres, ha
reducido su práctica clandestina, insegura y en condiciones
insalubres.
Para el Año Jubilar, y desde
estas reflexiones, proponemos que:
- Se considere que el aborto no es pecado cuando ha resultado de una decisión en conciencia y de manera informada y orada, y cuando el embarazo ha sido producto de una violación, haya problemas de salud, corra peligro la vida de la mujer, se viva una difícil situación económica o social o se trate de niñas que trágicamente han sido abusadas sexualmente, entre otras razones.
- Las autoridades eclesiásticas de todo nivel dejen de estigmatizar a las mujeres que abortan y dejen de presionar a las autoridades civiles para que ellas sean castigadas y perseguidas como delincuentes, porque, como usted lo ha mencionado, la convivencia respetuosa y pacífica depende de la laicidad del Estado.1
- Todas las autoridades eclesiásticas pidan perdón por el daño físico, moral y espiritual que han generado a millones de mujeres que han abortado, y que no han dado muestra de niguna expresión de misericordia.
Como en nuestras cartas
anteriores, le agradecemos profundamente su atención.
Atentamente,
Red Latinoamericana de
Católicas por el Derecho a Decidir .
1
“El papa Francisco
defiende la ‘laicidad del Estado’”, 27 de julio de 2013.
Disponible en:
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/07/27/actualidad/1374948221_344203.html
Carta muy bien escrita, clara, con respeto y valorando diversas cuestiones.
ResponderEliminarUna pregunta: los hombres que han participado en el embarazo tienen alguna falta o castigo?